lunes, 3 de junio de 2013

UY UY U MI "GATA" HACE AY AY AY!!...I MARATÓN DEL AGUA.

Dura maratón la que organizaron los "Xalimas" de Moraleja por la Sierra de Gata. Recorrido muy completo, divertido, duro, técnico...80km de BTT en estado puro!



El Tulipán me insistió durante semanas para que fuera a disfrutar de su tierra, mi tierra, desconocida para mí sobre las dos ruedas. Finalmente pude organizarme y viajar con la familia hasta Coria, el sábado por la tarde. Cumplidos mis compromisos y con la festividad del Corpus presente en la Plaza de San Pedro me fui a dormir a altas horas con el cuerpo resentido después de una dura semana de entrenamientos.



A las 7:30h del domingo pongo rumbo a Moraleja con más pena que gloria y con muuucho sueño. Me lleva un rato encontrar el lugar de salida pero finalmente dos voluntarios de Protección Civil me guían hasta el complejo deportivo. Saludo protocolario, recogida de dorsal, un poco de calentamiento, indicaciones de la organización y salida neutralizada de casi 3km por el pueblo.

Apróximadamente 100 bikers bajo el arco, algunos optan por hacer la ruta corta (60km) y otros nos decidimos por la larga. Hay muchas caras conocidas y todo el mundo dice que no va a disputar la prueba, que no han venido a calentarse sino a disfrutar y pasar un día tranquilo...pero nada más apartarse el coche de la policía local Franki comienza a tirar fuerte y muchos salimos a su rueda, Abel y Javi (Kilómetro Cero), Fide y Tomé (Montehermoso), Juan Andrés (Trujillo), Moreno y otro del GR-100, Antonio (Antolín) y alguno más que no recuerdo. El ritmo es alto pero ruedo cómodo.

Los primeros kilómetros son rápidos por caminos en buen estado, mucho polvo y el pelotón roto bastante antes de lo previsto. Tomamos dirección a Perales del Puerto y antes de entrar en el primer repecho serio se vive un momento de incertidumbre, Javi tira en dirección contraria al resto del grupo, uno le avisa el otro le grita, otro dice que sabe lo que hace...y de pronto giro repentino y repechón lleno de piedras sueltas, entro más rápido que el de delante (Tomé creo que era) con tan mala suerte que chocamos y me voy al suelo clavándome el manillar en el pecho de forma fortuita (buahhhh que dolor). Consecuencia final un par de costillas fisuradas.

Estoy un rato recuperándome mientras me pasa un montón de gente, todos me preguntan pero imagino que solo es el golpe y les digo que sigan. Al menos tardo 5 minutos en decidirme a continuar, el dolor es muy intenso y estoy a punto de abandonar, pero sigo adelante. 

Sin apenas tiempo de asimilar lo que había pasado llego a la temida "cuesta de la gravera", 36%...a por ella!! La tengo, la tengo...últimos metros... la rueda patina, la cala no sale y otra vez al suelo...esto debe ser una señal, no es mi día voy a retirarme pero un voluntario me ayuda a desengancharme y me anima a continuar, allá que vamos. 

Al llegar arriba Manolo (Coria) ha pinchado, pero rápido sus compañeros se paran a echarle una mano (eso es un equipo), yo continúo dolorido y en solitario en mi afán de volver a coger ritmo. El terreno es favorable y comienzo a pasar gente, intento tomarme una pastilla para aliviar el dolor pero soy incapaz de tragarmela (solo me atrevo con medicamentos disueltos). 

Llegamos a una dehesa de robles y la cosa se empina un poco, voy alcanzando más participantes mientras salimos a la carretera que nos acercará hasta Villasbuenas de Gata. Aquí comparto varios kilómetros con un crack, Diego Paredes, ha terminado el IronMan de Lanzarote en 10ª posición, completando 3,8km de agua, 180,2km de bici y 42,2km corriendo en 9h 28' 27''...bestial!!! Hoy se lo toma tranquilo y hará la ruta corta.

Pasado el primer avituallamiento y tras dejar atrás a mis compañeros enfilo la subida del Robledal en solitario, aunque no tardo demasiado en alcanzar a Ernesto (Coria) con el que comparto muchos kilómetros y penas. Después de una pequeña bajada volvemos a subir por pista ancha a ritmo, hasta llegar al punto donde se dividen los trazados, reponemos líquido, tomamos fruta y hacia la Cruz de Piedra. Esto quiere decir que seguimos el plan previsto, completar los 80km, y aún nos quedan 50...ufff! 

Durante muchos kilómetros me autoinsulté por no haber tomado el camino más corto, el dolor cada vez era más intenso, insoportable con el traqueteo al pasar por las piedras e incómodo con respiración fuerte, pero no quería perderme lo mejor del recorrido. 

Pasamos la carretera y corono el repechón de la balsa de agua junto a Ernesto, pero al comenzar a bajar por un divertido sendero le pierdo de vista, reduzco la marcha pero no acierto a verle, pienso que me cogerá al llegar abajo pero empieza la subida hacia Gata y continúo solo. Un lugareño me anima diciéndome -dale dale que ahora viene lo bueno-...y bueno...la subida por las calles del pueblo es dura si, pero a ritmo se sube bien,  -tampoco es para tanto- pienso, iluso de mi llegó al inicio de la calzada romana que hay saliendo del pueblo, la cosa se complica y toca tirar de molinillo, aún así un crack de la organización me anima que ya está casi terminado...los co**nes menuda púa quedaba por subir. Costó lo suyo pero coroné sin poner pie a tierra.

Me lanzó de nuevo en una bajada con muchas piedras, paso por pista ancha y me adentro en un sinuoso, difícil y precioso sendero en el que es complicado no salirse de la trazada. Aquí el marcaje habría sido mejor con las cintas de árbol a árbol indicando el recorrido, sin conocerlo era imposible no poner pie a tierra. Algún que otro susto sin llegar a caerme me  hizo echar de menos más gente de la organización en esta zona puesto que era muy peligrosa.

La peregrinación hasta el convento abandonado de Hoyo fue durísima...solo, agotado, dolorido, sin ver a nadie durante kilómetros...hasta el punto que casi no me acordaba de mi costillar. Mi único consuelo era que pasado ese tramo el reto estaría casi conseguido. El alivio al coronar fué mayúsculo y de nuevo disfruté, en la medida de lo posible, sobre mi alma. 

Una preciosa zona entre pinos y robles me lleva hasta la pista de aviones, cuando estoy terminando de pasarla miro atrás y veo un biker, dudo si es Ernesto porque creo que por allí también pasa la gente de la corta, me adentro en una vereda que termina de nuevo en la carretera, unos metros de asfalto y otro chulísimo sendero en subida que me deja en un cruce donde por fin está el último avituallamiento. Demasiado distanciado del anterior teniendo en cuenta la dureza del recorrido entre ambos, al menos es la sensación que me dió.

Volvemos a bajar en dirección a la piscina natural de Perales donde me alcanza Ernesto, las piedras me hacen daño bajando y lo hago despacio. Al llegar a la piscina me percato de que algo ha pasado, guardia civil, ambulancia y bastante gente alrededor de alguien, es Tomé con la cara hinchada y algún apósito cubriendo sus heridas, él mismo me avisa que no cruce el "puente" de chapa, ahí es donde se ha caído, me bajo le pregunto como está y continúo la marcha a sabiendas de que se ha echo mucho daño. Por suerte solo ha sido un susto pese a quedar conmocionado durante unos segundos al golpearse en la cabeza. Ánimo!

Remontamos el río por un sendero hasta llegar a la carretera que nos enlazaría con un tramo del recorrido que hicimos al inicio. Vamos adelantando un montón de gente de la ruta corta y esto nos da un aliento extra para echar el resto. Voy haciendo la goma con mi compi hasta que consigue soltarme y mantener una distancia de 15 segundos, pero absorto en su pedaleo se pasa un desvío y a pesar de llamarle una y otra vez no me oye, yo continúo llaneando a buen ritmo con Moraleja en el horizonte y completo mi odisea particular en 4h 17', entrando en la posición 14 de la general.

Solo me queda dar la enhorabuena a la organización por el rutón que nos prepararon y la atención prestada en todo momento. Mínimos detalles perfectamente corregibles harán de esta ruta una de las mejores maratones del calendario del Campeonato de Extremadura de XCM la próxima temporada. Mucho ánimo y a sacarla adelante.

Espero recuperarme para Trujillo, aunque está difícil.


A la espera de conseguir algunas fotos dejo abierto el post.

2 comentarios:

  1. ¡Muchos ánimos, César! Que duro eres, la madre que te... Hay que tener mucha fuerza de voluntad para acabar un maratón tan dura con la que te habías preparado. Eso, o estar muy tonto, que también puede ser. Ahora a pensar en recuperarse que ya habrá tiempo para volver a competir.

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  2. jajaja!! Muchas gracias míster. Ya sabes como funciona esto...un poco de tonto si que estoy seguro, pero en caliente, la emoción, el trabajo hecho...siempre te lleva al límite.

    A ver como va la semana...nos vemos en Trujillo!

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