sábado, 5 de enero de 2013

Risco Gordo


Ruta: Risco Gordo
Participantes: 2
Distancia: 45km
Desnivel Acumulado: 1229m
Dificultad: Alta


Con más espíritu que piernas y con el fresquito de la mañana, salimos del barrio Gonzalo y yo (Javi) con la intención de coronar el Risco Gordo en Cañamero. El primer objetivo, que es siempre disfrutar del campo, lo cumplimos nada más salir. La helada de la noche anterior lo cubre todo de blanco y, aunque el intenso frío se deja sentir con fuerza, el sol empieza a brillar en un cielo completamente despejado.



No voy a ser muy preciso con los lugares que mencione porque no llevo mucho en esto y apenas empiezo a conocer los caminos, veredas, repechos, ríos y demás elementos que forman estas rutas.


Empezamos nuestra andadura por los caminos de detrás de la vía, salimos de la estación y pusimos rumbo a Cañamero. Como somos unos saltacharcos y no tenemos los famosos calcetines impermeables, a la primera de cambio nos empapamos los pies y los llevamos helados toda la mañana. El primer reto, para los mortales como nosotros, es subir el puerto de Cañamero por el polígono. El último tramo se pone durillo pero lo superamos con bastante dignidad. Cruzamos el pueblo mientras Gonzalo me explica dónde vamos a subir. Al principio me asusta un poco, pero la idea termina por apetecerme. ¡Error! A la salida de Cañamero dirección Guadalupe, enfrente del parque, sale una pista con una pendiente bastante asequible, pero a medida que avanzamos la cosa se complica, al menos para mí. Las vistas durante la ascensión son espectaculares, y el resultado merece la pena, pero el último tramo antes de llegar a Risco Gordo hace que las aguas vuelvan a su cauce y cuando por fin consigo coronar, Gonzalo lleva un rato disfrutando del paisaje.



Nada más empezar el descenso me trago un surco y reviento la rueda trasera. Después de desmontarla e intentar colocar una cámara nueva que llevo siempre en la mochila, nos damos cuenta de que es de válvula fina y o nosotros no tenemos mucha idea (cosa bastante probable), o mi bomba no sirve para hincharla. Toca arreglar la rota. Tiene dos pequeñas rajas que conseguimos tapar con dos parches. Quince años hacía que no arreglábamos un pinchazo. Menudo cuadro: “Yo creo que has echado poco pegamento” “¿Este plástico hay que dejarle?” “Me parece que hay que estirar la cámara al pegar el parche” “… y ahora habrá que esperar un rato a que esto se seque, ¿no?”. En fin, que echamos allí un ratillo pero la incidencia quedó resuelta.


Tras el breve incidente, continuamos el descenso hasta Cañamero y nos dirigimos a la carretera vieja que va a Berzocana. Es asfalto, pero a nosotros nos gusta porque casi no tiene tráfico y el paisaje es precioso. La pendiente no es muy dura, y nosotros la subimos a una media de unos 11K/h, un ritmo no muy rápido pero acorde con nuestro nivel. 


Cruzamos la rotonda de Berzocana-Navezuelas y subimos a la antena y de ahí, por la pista que va por la ladera de la sierra bordeando el valle, nos dirigimos otra vez a Logrosán, volviendo a los caminos por los que empezamos. Y como somos unos chicos muy sanos, nos vamos a lavar la bici y a comer. ¡Nos vemos en el barro!


By Javi "Chikinino"

4 comentarios:

  1. Grandes y con dos pelotas chicos!! Muchos q lo lean dirán, eso lo hice yo ayer para calentar pero para los q nos ha gustado tanto Bienvenido, Capitol y demás bares (entre otras muchas cosas) y que hemos escuchado llamar al timbre sin q nadie lo haya pulsado, es todo un logro.
    Enhorabuena y seguid dandole duro.

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  2. Me gustan esas vistas, para cuando vaya y coincidamos la hacemos Javier. Luis J.

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  3. La verdad es que las vistas son espectaculares.Y detrás de los dos chavales más todavía

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  4. Me imagino quien es el primero por lo del timbre, jajajaja. Que "mala" vida nos hemos pegao. Cuando querais y coincidamos lo hacemos, yo estoy deseando repetir. Un abrazo chicos! Javi Ch.

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