Nuestros compañeros Oli y Kiko dan la talla en el Campeonato de España de duatlón cross celebrado este fin de semana en Casar de Cáceres. 7º y 10º puesto en su grupo de edad. Enhorabuena chavales!!
Crónica de Kiko:
El fin de semana pasado se celebró en Casar de Cáceres, durante el sábado y domingo, el campeonato de España de Duatlón Cross donde participé con Óliver en la categoría de gupos de edad, concretamente en el grupo de 30-34 años.
En el evento participaron casi 500 personas en todas las categorías: Cadetes, Junior, Sub-23, Grupos de Edad, Paralímpico y Élite donde compitió el campeón del mundo de duatlón de carretera Emilio Antonio Martín Moreno, a la postre ganador de esta prueba. En nuestro grupo de edad participaban 34 duatletas y un total 150 de todas las edades.
También se realizó una prueba Open para los que no competían en el campeonato nacional.
El día de la prueba fue perfecto, hacía frío pero con sol y eso siempre ayuda a salir más “enchufado”. El despliegue era increíble, veías voluntarios, participantes, Cruz Roja, Policía, organización, público por todos lados, el parque de la charca estaba a rebosar. Se intuía un día grande. Oli y yo llegamos a tiempo para reconocer el circuito y a la vez calentar un poco para lo que se avecinaba. El circuito no era de gran dureza pero sí necesitaba de la pericia suficiente para ir rápido y no ponerte en peligro, muchas curvas, cambios continuos de ritmo, lo que se llama un circuito explosivo.
Alrededor de la recta de meta seguíamos preparando el inicio de la carrera mientras veíamos a Emilio Martín volando en el primer sector. Primera vuelta (el primer sector de carrera a pie consta de 2 vueltas de 3km.) en menos de 9 minutos, eso es a un ritmo inferior a 3 minutos el km., o lo que es lo mismo correr a más de 20 km/h, vamos, como una moto. Impresionante, pero, claro, es un profesional que se dedica a esto.
Ya en la salida, 5 minutos para empezar, 6 km. de carrera más 20 km. de bici de montaña más otros 3 km. de carrera teníamos por delante. Nos damos la mano, “suerte”, “a darlo todo”, “a disfrutar”, son los ecos que se oyen mientras piensas cómo vas a afrontar la carrera, “me pego a este”, “sigo al otro”, “a ver si aguanto a Oli”, “no te pases al principio”. Ideas que se te pasan por la cabeza en esos momentos de calma previa. Se oye un “listos” y… bocinazo.
Salimos a mil por hora, a 180 pulsaciones, yo no quería ni mirar. Primer km. a ritmo brutal, “contente Francisco que queda mucho”, imposible teniendo a Óliver delante a pocos metros, le paso aumentando el ritmo pensando que iba a aguantar, pero solo fue una chulería y un intento suicida de meterle el susto en el cuerpo que luego pagué, bajé el ritmo me adelantó y acabé la carrera a pocos metros.
Sector de bicicleta de montaña, “esto es lo mío”, pero empecé lento con el cansancio de la carrera y en un momento perdí de vista a Oliver que está muy fuerte y eso que por la mañana se me quedaba atrás reconociendo el circuito y quejándose de que le pesaban las piernas. ¡Ya lo veo yo! Oliver es así: se pone el dorsal, los dolores desaparecen y solo piensa en tirar y tirar. Un competidor nato, sin duda.
Caliento y ya no paro, me encuentro bien, tramo a tramo atrapo a gente, incluso doy caza a todos los de mi club excepto a Victor, que está en un momento espectacular de forma y que finalmente quedaría 3º en su grupo de edad, un fuera de serie y un lujo tenerle en mi equipo. Terminamos el sector de bici y, como siempre, me quedan ganas de una vuelta más porque es donde disfruto y siempre voy hacia adelante.
La vuelta a la carrera se hizo dura, el primer km. costó mucho bajar los tiempos, conseguía ir apenas a 4 minutos /km. casi pidiendo la hora hasta que llegan el segundo y tercer km. y las piernas se calientan y otra vez funcionas, pero yo siempre lo paso mal. Este deporte no es o correr o montar en bici, es una mezcla a la cual debes de aclimatarte y solo los mejores se bajan de la bici y corren como empezaron, eso está todavía muy lejos para mí.
Se terminó y no se me ocurre otra cosa que esprintar al máximo para que no me cogieran dos que iban por detrás que a lo mejor no eran ni de mi grupo pero da igual, “un puesto es un puesto”, pensé.
Llego a la meta y del esfuerzo me tropiezo con la alfombra y entro rodando, que vergüenza, aunque descubrí que no fui el único, mal de muchos…
Al final 10º y Oliver 7º en nuestra categoría en un Campeonato de España ¡Carrerón! Del total de los 150 participantes en Grupos de Edad quedé el 32 y Oliver sobre el 26 o así, son especulaciones porque son categorías diferentes pero siempre te gusta compararte con todos, esa vena competitiva que siempre sale. Un orgullo pero también una recompensa al trabajo realizado durante muchos meses.
Un fin de semana inolvidable, compartido con mi gran amigo Oliver, con Esperanza que nos animó como nadie pese al frio y todo mi club Cáceres Delfines. Enhorabuena a la organización porque todo estuvo perfecto para que nosotros disfrutáramos al máximo de nuestro deporte.
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