jueves, 25 de abril de 2013

LOS EXCESOS SE PAGAN...CADA VEZ MÁS. II Maratón Malcocinado.

Semana difícil, sensaciones raras, viaje largo, pueblo escondido...hasta el último momento no estaba clara mi participación en Malcocinado pero finalmente decidí viajar, de nuevo la noche anterior, para pernoctar en el acuartelamiento que la organización ofrecía de forma gratuita, un detalle.

La información que teníamos respecto al recorrido era escasa, únicamente el perfil nos permitía hacer una idea de lo que nos encontraríamos, muchas subidas y algunas muy largas, encontrándose lo peor en los últimos 50 kilómetros, sin embargo la sensación era que se podría rodar muy rápido. El ganador, Javier Ramírez Abeja, hizo una media de 26km/h completando los 80km en 3h 7'.


La mañana comenzaba temprano, a las 7h estábamos en pie, desayuno con Miguel (Ciclos Rueda) y Raúl (A.D.C Francisco Pizarro) en uno de los dos bares del pueblo y pronto a recoger el dorsal para evitar colas. El movimiento de bikers ya se hacía notar por todos lados y los más madrugadores comenzaban a calentar. Los rezagados llegaban con la hora justa para colocarse en la salida minutos antes de iniciar la marcha.


Enésima salida neutralizada, esta vez en subida, más peligrosa que nunca pues no había coche guía en el tramo por el el pueblo. Tras subir una calle la cabeza tira recto y otros giran a izquierda por el recorrido correcto, primer corte que me pilla de lleno. Al salir a la carretera aparece un coche que nos guía hasta el camino, consigo enganchar con el grupo, no tiene sitio para apartarse y la gente comienza a adelantar por todos lados arriesgando en exceso, finalmente consigue apartarse a derecha y empieza la estampida cual manada de búfalos. Gran polvareda que no te deja ver a dos metros y camino con algunos regueros muy profundos que provocan los primeros rebentones, corredores parados por todos lados con averías y primeras rampas de consideración con el firme muy suelto que hacen echar pie a tierra a más de uno.

La zona comienza a ser escarpada y los continuos toboganes comienzan a partir el grupo en mil pedazos, aún así la velocidad sigue siendo de vértigo en un terreno para nada fácil. Hay algunas bajadas muy peligrosas, aunque bien señalizadas, que acaban con los huesos en el suelo de varios corredores. Comparto varios kilómetros con Raúl pero pronto dejo de verlo, Ángel su compi de equipo y compañero de habitación me pasa a muy buen ritmo, consigo seguir su rueda durante unos cientos de metros pero va rápido y no quiero calentarme. Poco a poco voy aumentando el ritmo, me encuentro muy bien de sensaciones y decido darlo todo. 


Voy pasando bikers, en uno de los giros donde se veía el siguiente tramo del recorrido tomo tiempo con gente que suele estar delante y tan solo me sacan tres minutos, la cabeza no debe estar a más de diez. Pronto cruzamos un pueblo donde hay un montón de gente animando al pasar una chicane, que grandes! Estos ánimos me erizan el vello y me hacen dar un puntito más. Es cierto que por momentos estoy rodando fuera de mis zonas pero las sensaciones me indican lo contrario y sigo adelante soltando a casi todos los que voy pillando por el camino. 


Llega la primera subida larga y la comienzo con dos compis más. El terreno permite tirar con fuerza porque la dureza no es excesiva y vamos encontrando descansos mientras avanzamos, me mantengo detrás y les dejo hacer el trabajo a ellos, pero pronto comienzo a notar unas molestias en la zona de apoyo en el sillín, me pongo de pie y cambio de posición contínuamente pero el dolor va en aumento, creo que tengo una herida. Entre unas cosas y otras me doy cuenta de que me estoy descolgando y que no puedo sentarme para apretar porque me duele de cojones, decido comer mientras encuentro una posición cómoda y bajar un poco el ritmo, la subida empieza a hacerse eterna, casi 7 kilómetros tenía, por fin llego a la cima y comienza una gran bajada, y un gran alivio para mi porque tenía que ir de pie casi todo el tiempo. Zonas de llaneo donde veo un Pelin a lo lejos, creo que es Ángel, su rodilla debe andar haciendo de las suyas pienso, y cuando llego a su altura me lo confirma, está roto, el dolor es insoportable y me dice que abandonará en el siguiente avituallamiento. Él controla muy bien los tempos de la carrera y se da cuenta de que no voy nada bien, le confirmo sus sospechas y le digo que llevo varios kilómetros muy incómodo, además me he pasado de ritmo y creo que lo voy a pagar, sin más dilación me dice que siga tranquilo y que termine. Rápido llega la siguiente subida, voy solo y con malas sensaciones, es durilla y técnica en algunos puntos, veo que un grupo intenta cazarme por detrás y doy un puntito más, consigo coronar en solitario y afronto la siguiente bajada antes de subir de nuevo. 



Alcanzo a Moyano (Antolín), ha vuelto a pinchar (creo que es su tercer pinchazo del día) y no tiene cámaras, me paro y le presto la mía para que pueda terminar, me pasan los 4-5 que pretendían cazarme en la subida previa. Un kilómetro más adelante comenzamos a subir de nuevo, intento recuperar las posiciones perdidas pero antes de entrar en un repecho, y sin avisar, me quedo seco, tengo que bajarme de la bici con las piernas totalmente rígidas. Aprovecho para tomarme un gel y estirar un poco, quedan unos 18km para meta y por mi cabeza solo pasa terminar. Estos cinco minutos me hacen perder otras cuantas posiciones aunque no me preocupa, solo pienso en recuperarme...y lo consigo. Vuelvo a subirme a la bici y continúo adelante. El cuerpo parecía estar recuperado, había puesto un ritmo bajito pero constante y comenzaba a pasar a muchos de los que antes me habían adelantado. Nos adentramos en una zona técnica y mucha gente la hacía caminando, parecía que había vuelto a recuperar punch, pero en mi afán de ir aumentando la marcha me fuí al suelo en una zona con mucho barro que estaba tapada por la hierba, en el momento de la caída todos los músculos de mi cuerpo se contracturaron impidiendo ponerme en pie, rápidamente se acercaron los voluntarios que se encontraban cerca para preocuparse por mi estado y advertirme que a 200 metros estaba la ambulancia, pero no había nada grave en la caída. Permanecí allí tumbado al menos 10 minutos, viendo pasar hasta 15 corredores, entre los que iban los compis de Don Benito José Antonio y Fran, también Raúl que me ofreció su ayuda. Tras la pequeña siesta volví a retomar la marcha, con más pena que gloria, para afrontar los últimos 10 kilómetros hasta meta. Poco a poco voy pasando gente y me doy cuenta que hay muchos que van tan tiesos, o incluso más, que yo. En la última subida antes de llegar al pueblo alcanzo a José Antonio que va caminando y le animo a que se suba para terminar juntos, me dice que va muy justito pero es un campeón y subimos juntos, a ritmo, charlando tranquilamente. Pasamos un olivar antes de entrar al pueblo y en la recta de meta nos marcamos un sprint ante los aplausos del público que abarrota la llegada, punto para él. 
Objetivo conseguido, ha sido un día difícil que me ha servido para aprender que si te pasas...lo pagas. El colmo de la mala suerte lo volvió a tener Miguel (Ciclos Rueda) que una vez más tuvo que abandonar la carrera en el kilómetro diez por la rotura de la patilla, ánimo que van a llegar tiempos mejores.



Para rematar la mañana la organización nos tenía preparado un cocido en la marmita de Panoramix, morcilla, chorizo, tocino, carnaca...mucha tela para mi body que prefirió comer una rica ensalada de patatas junto a los compis de Pelin Rufino. Carrerón de Pachío (10º M30) demostrando que su recuperación va sobre ruedas, una gran noticia por la que me alegro un montón.



Nuevamente queda dar la enhorabuena al club organizador, Malcocinado Sobre Ruedas, por el gran día de MTB que nos han permitido disfrutar y agradecer a todos los voluntarios y colaboradores su apoyo para que haya salido genial.



Next Stop...Calamonte!!


5 comentarios:

  1. Ruta de esas que no olvidas verdad? Has tenido de todo, variadito, no por ello dejas de ser un bestiajo! ENHORABUENA!

    ResponderEliminar
  2. Estos días son los que nos hacen valorar los días buenos que tenemos y que no es tan fácil lo que hacemos.

    Muchos ánimos y a divertirse en Calamonte.

    ResponderEliminar
  3. Muy buena cronica compañero. Esta carrera como bien dices engañaba bastante. Me alegro de que hallas cabado a pesar de las dificultades.

    Animo y decirte por propia experiencia que el unico secreto es disfrutar para seguir avanzando

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias a todos por los comentarios y los ánimos, da gusto saber que el rato que echo en hacer las crónicas merece la pena, solo porque algunos gastan su tiempo en leerlas.

    Para mi es una satisfacción grande poder compartir parrilla con gente de un nivel muy superior al mío, disfrutar las carreras al máximo de mis posibilidades y aprender cada día cosas nuevas.

    A ver que nos depara Calamonte porque el perfil tiene una pinta temeraria!

    Un abrazo!

    ResponderEliminar

Tiempo en Logrosán