Los MTBikers saltan fronteras y Francisco vuelve a competir, por segundo año consecutivo, en Portugal. Primera prueba....Abrantes. Os dejo su crónica de carrera. En breve dispondremos de algunas fotos.
Comenzó el Open XCR de Portugal, tres pruebas, Abrantes, Proenza a Nova y
Lisboa, la gran final en el campeonato de Europa XCR con un premio de 10.000 €.
Evidentemente yo no voy a luchar por eso.
Es una competición de 12h. ó 6h. seguidas dando vueltas a un circuito tipo open, muy técnico y con un desnivel que exige bastante y que está entre los 6-9 km de distancia.
Es una competición de 12h. ó 6h. seguidas dando vueltas a un circuito tipo open, muy técnico y con un desnivel que exige bastante y que está entre los 6-9 km de distancia.
El año pasado
estaba por el 8to, 7to puesto. Y este año tenía esperanzas de entrar o rozar
por lo menos los 5 primeros.
La prueba comenzaba a las 9.30 y se acababa a las 21.30, mucho más temprano de lo
habitual. Un cambio importante es que no hay prueba de 24h, la categoría
reina de otros años. Lo cual me preocupaba porque sabía que todos los “buenos”,
de 12 o 24 h. iban a estar en 12h, todos juntitos! No pasa nada, yo a salir a
mi ritmo y a disfrutar.
Salimos cinco
españoles, dos de mi trabajo y un amigo de estos, ellos están en forma pero son
más “ruteros” y se lo toman con tranquilidad y terminan cuando ya no les
apetece, se paran a comer… Ahhh, y un “pro” que conocemos de otros años, Jose
Mari, segundo en el campeonato del año pasado en 24 h.
Llevábamos
parrilla y todo para hacer barbacoa, cervezas, de todo; iba a ser una noche
espectacular contando batallitas de la prueba. El ambiente en este tipo de
pruebas es genial porque no hay muchos participantes y nos conocemos casi todos, alrededor de la línea de meta se congrega todo el grupo con tiendas de
campaña, barbacoas, etc.
Vamos a lo que
vamos, amanece, me voy el primero al
circuito, preparo la comida para parar lo mínimo posible, todo colocadito,
plátanos, ciruelas, bidones… Montamos la carpa, nos cambiamos y al lío.
El circuito
era brutal, de barro hasta arriba (esto fue lo peor), pero genial, veredas
rápidas y estrechas, continuos sube-baja, zonas técnicas, mucho peralte
negativo que con el barro se hacía muy difícil avanzar, subidas con cambios de
dirección que no aburren porque no ves más allá de 50-60 m. Una p. pasada!!!!
6,2 km. de disfrute/sufrimiento en cada vuelta. Con un desnivel menor que el
año pasado, 180 m. por vuelta (un 3600 m. en las 20 vueltas que pensaba dar).
Empiezo
tranquilo y sigo a José Mari. Este me cuenta a primera hora de la mañana que ha
entrenado muy bien este año, unos 29-27 horas muchas de las semanas ¡¡29 horas
señores, 4 horas y pico al día, increíble!!! Al final José Mari quedaría
tercero a un minuto del segundo, “chapeau”. Pues lo que contaba, salgo con el
“pro” e iba muy tranquilo porque le seguía sin dificultad y era buena rueda para
mí. Incrementa el ritmo y se me va a partir de la tercera vuelta, km. 15 más o
menos. Normal, lo raro es que fuera capaz de seguirle.
Sigo y me
encuentro solo, en estas pruebas es así, tú y tus movidas mentales más el
cansancio muscular, tirones, calambres… En fin, una serie de “cosas” que hay
que pasar para hacer una prueba de resistencia. Me encontraba bien aunque parecía
que no avanzaba, entonces doblo a mis compañeros de viaje, Guillermo (compañero
de trabajo), luego Juan (amigo de Guillermo) y Miguel (compañero de trabajo),
que estaba enfermo y se le hizo bastante dura la prueba. Al final Guillermo
sería el que más vueltas daría de los cuatro.
Pues eso, estaba bien y me encuentro a un
portugués que iba más rápido, me coge, me pasa y empiezo a pensar que a lo
mejor no voy tan bien, sólo son cosas que se te pasan por la cabeza, luego se
te olvida y sigues y punto. En la siguiente vuelta lo pillo porque se da cuenta
que iba demasiado fuerte y baja el ritmo (vamos que se había calentado,
jaja!!), empezamos a ir juntos con un ritmo muy parecido, me adelanta, le
adelanto, se cae en el barro, paso por el barro y le adelanto… En esa vuelta
(la quinta) habíamos adelantado a dos y pienso “esto marcha Kiko”, dos tíos en
una sola vuelta. Llego a meta y paro, veo a Esperanza y me cuenta lo que ya
todos sabéis y me retiro. Miro la clasificación, iba 8to peleando con el
portugués. ¡Qué pena! Pero no pasa nada, hay cosas más importantes que una
prueba de ciclismo. Eso sí, me fui con unas sensaciones muy buenas, sabía que
podía hacer 20 vueltas (unos 125 km.) “sin problema” y esta mañana he mirado la
clasificación y el 5to y 6to habían hecho 20 vueltas. Y el chaval que iba
conmigo 18, bajo mucho el tiempo según he visto con lo que seguro que había
estado en esas 20 vueltas deseadas.
En estas
pruebas sufres de una manera totalmente distinta a una prueba open o un
maratón. Aquí sufres mucho mentalmente y se lo trasladas al cuerpo, te animas y
de repente “vas” otra vez, es muy curioso y hay que saber llevarlo. Un ejemplo,
el año pasado yo hice 12 vueltas en este circuito (más largo y duro, unos 9 km)
con un estado de forma peor y mis compañeros (Guille y Miguel) hicieron 8 y 9
vueltas, sin embargo este año el que más ha hecho han sido 8 vueltas (de 6 km.
no de 9 como el año pasado!!!) y lo han dejado, ¿Por qué? Porque este año no
tenían motivación de seguir, me había retirado y no hay nada más que te motive,
luego la cabeza falla y el cuerpo para y dice: ¿Dónde coño están esas cervezas
y esas chuletas? Jaja!
¡Una experiencia
más, ya estoy deseando ir a la siguiente!
Eres un torete!!!Enhorabuena.
ResponderEliminarZalo