Participantes: 3
Distancia: 59km
Desnivel: 1492m
IBP: 122 AB*
Debido a las previsiones de lluvia la ruta oficial del fin de semana se cambió al sábado por la tarde. Solamente tres MTBikers confirmaron su asistencia a la misma. Tras estudiar detenidamente el recorrido decidimos que al ser la ruta por la tarde no daría tiempo a completarla sin que cayera la noche por lo que organizamos la logística para subir en coche hasta el mirador que se encuentra 8km antes de llegar a Navezuelas. La Juani fué la encargada del transporte, Javi Placas, El Presi y Yo (César) los valientes.
Con un pelín de retraso sobre la hora prevista partimos de Logrosán hacia el mirador. Fotos de rigor, ajustes de las máquinas y a rodar. Los primeros kilómetros cumplieron a la perfección su misión, llegar a las Zetas con las piernas calentitas para no afrontar la subida más dura de la tarde en frío. Como estaba previsto el ascenso no fue moco de pavo y los nuevos reconocieron que tiene su mérito llegar a lo más alto de la comarca por este lado de la montaña. 3 kilómetros de continua subida por una pista de hormigón con pendientes cercanas al 20% durante gran parte del recorrido.
Una vez pasado el trago continuamos subiendo tres kilómetros más por la "carretera-camino", donde aún encontramos restos de la nieve caída en los días previos, hasta llegar a la cima. 1601 metros y unas vistas espectaculares que disfrutamos en alta definición pues el día estaba totalmente despejado.
El tiempo fue oro durante toda la ruta, había una zona totalmente desconocida para nosotros y la llegada de la noche siempre acechaba en nuestras mentes. Javi no tiene el freno delantero en las mejores condiciones y comenzamos el descenso hasta enlazar con el Onceno de una forma más prudente de lo habitual, aún así nos despegamos un poco de él durante la bajada y al poco tiempo nos percatamos de que no sigue nuestra estela, tras esperar un rato media vuelta hacia arriba a buscarle con la idea en la cabeza de que podría haberse caído en alguna curva, por suerte lo que pretendía hacer era volver a subir las Zetas ya que iba sobrao de fuerzas y cuando llegamos estaba bajando por donde habíamos subido...reagrupamos y a por el Onceno previa parada en el Pozo de La Nieve.
El descenso por el Onceno estaba más peligroso de lo habitual en su tramo inicial, las lluvias y el deshielo han arrastrado montones de piedra y han dejado enormes regateras a su paso. Bajamos andando los primeros 50 metros y después a disfrutar los tres kilómetros restantes.
Una vez llegamos al Humilladero nos disponemos a buscar las Minas del Arca del Agua, seguimos las indicaciones que nos había dado un lugareño amigo nuestro pero en algún punto del recorrido, probablemente en un impresionante descenso que encontramos, debimos saltarnos el desvío final y pronto nos dimos cuenta que llegaríamos a Guadalupe sin visitar las minas.
Piscolabis en la escalinata del Real Monasterio y vuelta a casa por encima del Viaducto con el sol poniéndose por el Oeste.
Decidimos volver por carretera hasta Cañamero con la suficiente luz para ver y ser vistos, una vez allí entre, zorruno y lobuno, continuamos por el Camino Natural hasta llegar a Logrosán.
Una vez pasado el trago continuamos subiendo tres kilómetros más por la "carretera-camino", donde aún encontramos restos de la nieve caída en los días previos, hasta llegar a la cima. 1601 metros y unas vistas espectaculares que disfrutamos en alta definición pues el día estaba totalmente despejado.
El tiempo fue oro durante toda la ruta, había una zona totalmente desconocida para nosotros y la llegada de la noche siempre acechaba en nuestras mentes. Javi no tiene el freno delantero en las mejores condiciones y comenzamos el descenso hasta enlazar con el Onceno de una forma más prudente de lo habitual, aún así nos despegamos un poco de él durante la bajada y al poco tiempo nos percatamos de que no sigue nuestra estela, tras esperar un rato media vuelta hacia arriba a buscarle con la idea en la cabeza de que podría haberse caído en alguna curva, por suerte lo que pretendía hacer era volver a subir las Zetas ya que iba sobrao de fuerzas y cuando llegamos estaba bajando por donde habíamos subido...reagrupamos y a por el Onceno previa parada en el Pozo de La Nieve.
El descenso por el Onceno estaba más peligroso de lo habitual en su tramo inicial, las lluvias y el deshielo han arrastrado montones de piedra y han dejado enormes regateras a su paso. Bajamos andando los primeros 50 metros y después a disfrutar los tres kilómetros restantes.
Una vez llegamos al Humilladero nos disponemos a buscar las Minas del Arca del Agua, seguimos las indicaciones que nos había dado un lugareño amigo nuestro pero en algún punto del recorrido, probablemente en un impresionante descenso que encontramos, debimos saltarnos el desvío final y pronto nos dimos cuenta que llegaríamos a Guadalupe sin visitar las minas.
Piscolabis en la escalinata del Real Monasterio y vuelta a casa por encima del Viaducto con el sol poniéndose por el Oeste.
Decidimos volver por carretera hasta Cañamero con la suficiente luz para ver y ser vistos, una vez allí entre, zorruno y lobuno, continuamos por el Camino Natural hasta llegar a Logrosán.
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